Varias cosas deben confluir para obtener un buen resultado.De nada valdrá nuestro esfuerzo si aquel a quien está dirigido se niega a recibirlo. O, al revés, puedo yo saber que si me ayudan seré capaz de alcanzar el objetivo, pero de nada servirá si ese auxilio no llega.La militancia es la entrega de todo lo uno puede dar, pero si el campo es fértil el efecto será mejor. Si quien está dispuesto a servir está abierto, a su vez, a aceptar que otro se sume al esfuerzo, el fruto será superior. Y si, alertas, aprovechamos las oportunidades que puedan presentarse, el final puede ser óptimo.
En el CAV, dentro de las cosas que afortunadamente hacemos, siempre tuvimos la intención de capacitar. Lo hemos hecho en todo. No imaginábamos que podríamos hacerlo en el primero de todos los niveles, la alfabetización.
Dos compañeros. , jóvenes, MARINA Y RAFAEL /alfabetizadores/, más Ángela y Luz, que acercaron sus ganas y capacidad de hacerlo con adultos. Ofrecieron hasta sus propios comedores como sitio donde llevar adelante la tarea. Las “alumnas” llegaron de inmediato y el compromiso de todos quedó formalizado.Para redondear, otra buena compañera, Beatriz, nos mantiene al corriente en todo lo que surge desde el Ministerio de Educación y es aplicable a este y otros tipos de actos en los que tratamos de estar cerca de la gente.Vemos, entonces, cómo la militancia, sumada al compañero que se agrega a la iniciativa, al que recibe la entrega y a la oportunidad de contar con el apoyo de la organización oficial, cierran este círculo tan virtuoso que alienta a seguir.
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