" Cuando uno sabe a dónde va nada puede interponerse entre su visión y su acción "



lunes, 18 de junio de 2012

No sólo creó a la bandera.



  Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano, no    sólo creó la bandera.

Para cualquier mortal habría sido suficiente haber pasado por la vida luego de producir semejante hecho. Pero Belgrano no fue cualquiera, de manera que sería una simplificación quedarse sólo con eso.
Porque este abogado fue general, además de “creador”, intelectual, político, estadista, periodista y revolucionario.
 
Encontré algunos dichos o escritos de Belgrano que muestran su lucidez de vanguardista.
 
"Se han elevado entre los hombres dos clases muy distintas; la una dispone de los frutos de la tierra, la otra es llamada solamente a ayudar, por su trabajo, a la reproducción anual de estos frutos y riquezas, o a desplegar su industria para ofrecer a los propietarios comodidades y objetos de lujo en cambio de lo que les sobra. El imperio de la propiedad es el que reduce a la mayor parte de los hombres a lo más estrechamente necesario." 
O este otro, escribiendo sobre la distribución de la tierra.

"Es de necesidad poner los medios para que puedan entrar al orden de sociedad a  los que ahora casi se avergüenzan de presentarse a sus conciudadanos por su desnudez y miseria, y esto lo hemos de conseguir si se les dan propiedades que se podría obligar a la venta de los terrenos, que no se cultivan." 


El 27 de febrero de 1812, luego de izar la bandera en Rosario, desobedeciendo al Triunvirato que no se decidía a dejar al amarillo y al rojo del imperio, comunicó al gobierno que
 
“las Banderas de nuestros enemigos son señales exteriores que para nada nos han servido, y con el que parece que aún no hemos roto las cadenas de la esclavitud.”
 
A 129 años de la muerte de Manuel Belgrano, la Bandera flamea.
Lo hace como la imagen de identidad, de pensamiento, de independencia que los argentinos damos al mundo.
 

Marcela Pastore, junio de 2012

martes, 12 de junio de 2012

En la niñez no se trabaja


Es una deformación sólo pensar en que un niño trabaje. Que suceda es perversión.
El intercambio tarea/dinero es para adultos. Se sabe, esto, en realidad. Pero pasa, se ve, no se evita, no se condena.
Los responsables son adultos, claro. Inescrupulosos los que contratan a los chicos. Desesperados o ignorantes los que mandan a sus hijos a hacer cosas de grandes.
Hay muchas injusticias que tienen su efeméride. Parecería que aliviara a la sinrazón, a la inmoralidad, ser dueñas, de un día con nombre impresionante.
Hoy les toca a las niñas y a los ninos que en lugar de jugar trabajan. A las y los que llegan agobiados a la escuela después de “ganarse el jornal”.
Así es, hoy es el Día Mundial Contra el Trabajo Infantil.
 Comprometámonos  a algo más que una fecha que, anual y puntualmente, nos fija el calendario.
Respetemos y hagamos respetar los derechos de  quienes son nuestro futuro y nuestro precioso presente.






Marcela Pastore, 12 de junio de 2012.

miércoles, 6 de junio de 2012

Junio de 1956 “Y el presidente duerme…”


Quiero compartir con los jóvenes peronistas, estos hechos del pasado, aunque sean dolorosos.  Que, con fervor, honren al 17 de octubre. Pero que no ignoren lo que nos ha desgarrado como Movimiento.
Junio de 1956 fue una fecha trágica para los peronistas. Es un deber recordarla.
 
“El peronismo se ha llenado de mártires y entre ellos no hay un solo hombre que, como nuestros enemigos, pueda ser tildado de asesino con fundamento, como podemos llamarlos a ellos con razón. La sangre generosa de estos compañeros caídos por la infamia "libertadora" será siempre el pedestal de Abel, que los seguirá hasta su tumba, llenándolos de remordimiento y de vergüenza”, dijo el General Perón al saber de los fusilamientos.
 
Mi personal resumen de la historia dice que inmediatamente después del derrocamiento del General Perón, empezó a trabajar “la resistencia”. Y que pocos meses más tarde, los generales Valle y Tanco, y los dirigentes sindicales Andrés Framini y Armando Cabo, encabezaron el Movimiento de Recuperación Nacional 9 de Junio que se levantó contra la dictadura, en un intento por restablecer la vigencia de la Constitución Nacional.
 
Entre el 9 y el 12 de junio de 1956, fusilaron a 27 compañeros civiles y militares que fueron detenidos luego de la insurrección. Jamás había sucedido algo similar en Argentina. Porque los asesinados fueron más que los caídos en combate. Era tanto el odio, tan grande el desprecio.
Los primeros murieron en Lanús y en José León Suárez. El 11, en La Plata, mataron al Coronel Cogorno y, el mismo día, 7 oficiales del Ejército fueron baleados en Campo de Mayo.
Siete suboficiales —cuatro en la Escuela de Mecánica del Ejército y tres en la Escuela Penitenciaria— completaron la lista de aquel día.
El 12 de junio, también en La Plata, le llegó el turno al subteniente de reserva Alberto Juan Abadíe.
El fusilamiento de Valle, el mismo día, en la cárcel de la calle Las Heras, fue el broche del baño de sangre que firmaron Aramburu y Rojas.
  Hay mucho para leer y releer. Todos tenemos que tener la verdadera noción de lo que nos ha costado todo. Sería imperdonable no recordar con nombre y apellido a los que dieron su sangre al pueblo..
  
"La luna se ha escondido de frío o de vergüenza.
Ya sobre los gatillos los dedos se estremecen.
Una esperanza absurda se aferra a los teléfonos…
Y el presidente duerme…"
 
dice un fragmento del poema que el periodista José Gobello escribió en junio de 1956, en su celda de la cárcel de Caseros.
 
(El General Lorio presidió el Consejo de Guerra que no hizo lugar al pedido de pena de muerte para los oficiales insurrectos. Aramburu desautorizó el veredicto y ordenó los fusilamientos.
La esposa de Lorio intentó pedir clemencia pero por respuesta recibió: “El presidente duerme”. Dormía, Aramburu).
 
Un abrazo peronista a mis compañeras y compañeros.
 
Marcela Pastore, junio de 2012