Ayer me distinguió la Asociación Cristiana Femenina de Argentina (YWCA) como Mujer Compromiso 2011.
Confieso que este inesperado reconocimiento ha sido reconfortante: una nunca trabaja esperándolo, pero cuando llega es como recibir un abrazo. Es confirmar, a través de los otros, que el camino tomado es el correcto.
Voy a estar siempre agradecida.
La Asociación Cristiana Femenina lleva más de 120 años en Argentina y 150 en el mundo.
Es de avanzada en cuestiones de mujeres.
Lucha por la inclusión, el liderazgo, femeninos. Lo hace por aquellas que promueven la paz, la justicia, la salud, la dignidad humana, la libertad.
Todo lo que invoco y trato de alcanzar desde mis lugares de funcionaria y dirigente, se identifica absolutamente con todo lo que la YWCA tiene por bandera desde hace tanto tiempo.
¿Cómo no estar orgullosa de recibir este halago de semejante organización internacional?
¿Cómo no considerar a este día como absolutamente distinto para mí?(*)
Me alienta a seguir, me da fuerzas y, a la vez, me obliga, me compromete.
Marcela Pastore, 28 de abril de 2011
(*) Si hasta tuvo la particularidad de transcurrir en medio de “El Desayuno Más Largo del Mundo en el Día Mundial de YWCA”, que empieza en Nueva Zelanda y termina, 15 horas después, en España, luego pasar por más de 120 países.
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