" Cuando uno sabe a dónde va nada puede interponerse entre su visión y su acción "



martes, 14 de julio de 2015

VIOLENCIAS Palabras menores

Feliciana Bilat denunció el abuso sexual de su hija que hoy tiene nueve años por parte de su progenitor. En el expediente constan las declaraciones de la niña sobre las agresiones. “Me molestó en las zonas íntimas”, contó a las psicólogas. Sin embargo, el fiscal Juan José Ghirimoldi pidió la absolución del imputado, en un juicio con final abierto, pero difícil. 
Hasta aquí, título y bajada de la nota publicada el 10 de julio en Página 12. Sigue la descripción del caso.
No porque no haga falta que se difundan estos hechos por repetitivos y obvios que parezcan, paro ahí.
 
Esta vez hago foco sólo en una cosa, también recurrente: la lentitud de la Justicia y el criterio de sus integrantes en los temas de violencia familiar. Fabiana Bilat hizo la denuncia en abril de 2010. Cinco años después, en pleno juicio, el Fiscal pidió que absuelvan a su marido.
Piombo y Gil Llargués fueron, la punta de lanza del disparate. Más, se animaron con tipos ya condenados. Juan José Ghirimoldi parece querer ganar tiempo.
 
Sin el acompañamiento de la Justicia, será cada vez menos notable el trabajo que (me consta) hombres y mujeres hacen, cada día, poniendo en juego todo.
Por formación, es difícil que el desaliento llegue a esta gente. De todos modos, habría que medir cómo repercuten los hechos como este.

Marcela Pastore, 14 de julio de 2015


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