
En este día, quiero decir algunas cosas que,
aunque conocidas, merecen que se las valore especialmente, de vez en cuando.
Hoy es una buena oportunidad.
No quiero perder de vista ni un momento, que
todos los logros y conquistas que nuestros gobiernos han conseguido en esta
última década, tienen un origen indudable, indiscutible: la militancia
peronista, larga y persistente, perseguida y comprometida.
Muchos de los que hoy conducen desde lo más
alto, han sido (son) cuadros políticos, militantes formados en esa práctica
inquebrantable que aprendimos y llevamos a los barrios, las fábricas, las
universidades.
Nada en el Peronismo es más importante que
la militancia y sus protagonistas. Es@s que no miden el esfuerzo, que no
regulan la entrega, que no se permiten el desánimo.
Los militantes deberían tener algo más que
su Día: suena a poco una sola jornada como reconocimiento a quien entrega su
calendario entero.
Va mi respetuoso, cariñoso abrazo a tod@s
mis compañer@s militantes.
Marcela Pastore, 17 de noviembre de 2014.
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