Quiero dejar de “morir un poco menos”: Quiero la vida, como tod@s, igual que tod@s...
Ya no quiero quedarme en el tan conocido relato de las desigualdades que padecemos las mujeres. Ni seguir contando que los hombres malos no permitan que pasemos cerca, si quiera, de los puestos que ocupan.
Se sabe de memoria todo eso. Se recrea en cada “Día Internacional de la Mujer”.
¿Qué pasa (me pregunto) si, esta vez, demandamos cambios concretos y exigimos resultados?
Una vez conseguimos que el 30% de las bancas legislativas fueran ocupadas por mujeres. No fue fácil. Pero tuvieron que tratar y aprobar una ley que garantiza eso.
¿Por qué no pensar en extender la legislación a todos los ámbitos y niveles? ¿Lo verá exagerado el patriarcado?
A mí no me parece que lo sea. En realidad, tomo como una conquista transitoria al porcentaje: debe llegar el día en que sólo los mejores, mujeres o varones, se hagan cargo de los sitios de las responsabilidades mayores.
Por supuesto, mi solidaridad no cambia. Ni lo hace mi tarea militante. Pero creo necesario dar un paso hacia adelante.
Uno de esos pasos que dejan huella en la pisada.
Marcela Pastore, marzo de 2014--
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