La ciudad está llena de fronteras, de mundos aparte , vamos caminando y de pronto nos descubrimos en otro territorio,olvidado por las autoridades municipales , en la plaza de Tolosa construida por los vecinos , inmersos en un paisaje humano diferente. Es en este mundo donde Marcela Pastore asume su responsabilidad con naturalidad ,su desafío cotidiano pasa por transmitirle a la gente un modo de vida,de trabajo.
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