
" Cuando uno sabe a dónde va nada puede interponerse entre su visión y su acción "
martes, 24 de febrero de 2015

domingo, 22 de febrero de 2015
Marcela Pastore, Ministry of Justice of the Province of Buenos Aires;
Read more at http://www.commdiginews.com/life/human-trafficking-international-awareness-events-draw-together-survivors-government-leaders-26351/#dEjOsETHWi8Q8eib.99
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martes, 10 de febrero de 2015
Mujeres
Mujeres de aquí y de
allá- En mi viaje por otro país también observé.....las mujeres hemos
conseguido la libertad de, entre otras cosas, elegir, decidir, participar, con
un suceso tan inesperado como molesto para muchos acostumbrados a disponer sin
considerar nuestras opiniones. Lo llamativo es que dentro de los “muchos” hay
“algunas”.
Hay mujeres machistas hasta lo incomprensible. Otras, víctimas de la cultura que se resiste a la evolución, ni saben que son machistas. Lo que preocupa es la aparente inseguridad que muestran las que, con esfuerzo, alcanzaron aquel estado de libertad.
Creo que la inercia cultural nos “tira para atrás”. Y la ofensiva que sigue mostrándonos como “hermosos objetos” para alcanzar la felicidad, confunde. A no dudar.
No tengamos miedo de ejercer la libertad que es legítimamente nuestra. Nos la merecemos.
No es fácil. Requiere coraje diario. Exige abandonar comodidades. Pide hacer sin esperar que otro haga. En síntesis, hay que “militar” la condición de mujer.
Hay que hacerlo hasta que, al fin, se acepte (más allá de las bonitas palabras ante los micrófonos) que somos mujeres como se admite que existen varones, naturalmente.
Hay mujeres machistas hasta lo incomprensible. Otras, víctimas de la cultura que se resiste a la evolución, ni saben que son machistas. Lo que preocupa es la aparente inseguridad que muestran las que, con esfuerzo, alcanzaron aquel estado de libertad.
Creo que la inercia cultural nos “tira para atrás”. Y la ofensiva que sigue mostrándonos como “hermosos objetos” para alcanzar la felicidad, confunde. A no dudar.
No tengamos miedo de ejercer la libertad que es legítimamente nuestra. Nos la merecemos.
No es fácil. Requiere coraje diario. Exige abandonar comodidades. Pide hacer sin esperar que otro haga. En síntesis, hay que “militar” la condición de mujer.
Hay que hacerlo hasta que, al fin, se acepte (más allá de las bonitas palabras ante los micrófonos) que somos mujeres como se admite que existen varones, naturalmente.
Marcela Pastore-
feb,2015
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