
Fue
el levantamiento pacífico más importante que se recuerde. La más
impresionante demostración de fidelidad a un hombre.
El 17 de
octubre de 1945, el pueblo tomó las calles sin otra convocatoria que la de su
certeza.
Juan
Domingo Perón, el que entendió que todos los hombres son iguales, el que
transmitió el concepto de dignidad a quienes ya estaban acostumbrados a no
tenerla, los llamó a la Plaza sin llamarlos. Y allí estuvieron, para exigir,
para conseguir.
Aquello dio
lugar al Día de la Lealtad Peronista que, luego, pasó a ser de la Lealtad, a
secas.
Hoy, como
cada año, celebramos el acontecimiento más significativo de los tantos que ha
producido el peronismo.
Lo hacemos
como siempre, diciendo “feliz día, compañero”.
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