A las que se han destacado en los más variados ámbitos y a las que, anónimas, cumplieron enfrentando la vida cada día.
A las que, desarrollando las tareas más diversas, honraron su condición de mujeres y de personas.
No perdamos de vista esto: somos mujeres y personas, todas.
La estadista más encumbrada, la maestra rural, la madre.
La que canta y la que escucha.
La que escribe.
La empresaria y la fabriquera.
La que estudia y la que enseña.
La que hace lo que puede para seguir y la profesional exitosa.
La que fue premiada y la que no, pero hizo todo por serlo.
Todas tenemos virtudes y defectos, pero con o a pesar de ellos somos, finalmente, mujeres y personas.
Todas estamos orgullosas de todas.
Hoy es el Día Internacional de la Mujer, ¡nuestro día!
Démosle la trascendencia que tiene. Démonos el valor que tenemos.
Respetémonos.
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