Quiero hacer una reflexión acerca del “Día Internacional de la Lucha contra la Violencia hacia las Mujeres”, que el 25 de noviembre conmemoramos.
Tengo ante mí una “foto”. Una mujer golpeada y desesperada, con sus tres hijos llorando en la puerta de mi oficina, a las 8 de la mañana.
Y está fresco el aprendizaje: hay que actuar, el abrazo contenedor puede ser muy breve, no hay tiempo que perder.
Hay que sobreponerse al instinto protector y enfrentar la situación. Y solucionarla, al menos en la superficie, en la emergencia.
Pienso y relaciono. Esa misma mujer (o tantas otras), cada día, deja a un costado su desesperanza, sus miedos, su impotencia, y manda a los chicos a la escuela, aunque se quedaría llorando, apretada a ellos, por tanto infortunio.
Estas son las maneras, sin dudas, de luchar contra la violencia. Seguir a pesar de todo. Con el enemigo y las causas bien individualizados, pero sabiendo qué hacer y con la decisión de vencerlos.
Marcela Pastore
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