" Cuando uno sabe a dónde va nada puede interponerse entre su visión y su acción "



jueves, 5 de marzo de 2015

En el Día de Las Mujeres-

Cuando en alguna historia aparecen, nítidos, hitos memorables, nos alegramos pero,  más allá de ellos, el recorrido no ha sido fácil. Digamos que el camino fue arduo, por lo menos. Y que los resultados no son los esperados.
 La huella cultural que ha marcado la sociedad patriarcal será difícil de borrar. No imposible, vamos yendo... El machismo, como formación, incluye hasta a las mujeres, aunque sea un contrasentido.
 Sin embargo, no creo que esto obedezca sólo a la cultura. Hay, a mi juicio, una conveniencia que no quiere saber de modificaciones. Porque se entiende todo, se razona e íntimamente much@s lo reconocen.
En público, parecen feministas fundador@s. En la realidad, much@s han defendido, defienden, defenderán  los lugares de preeminencia que  los varones ocupan en la sociedad.
De vez en cuando, alguna declaración “progre” y a seguir poniendo a las mujeres en sitios parecidos a vidrieras donde se las instala como modelos de bienes de uso.
 No quiero dar en este día un mensaje derrotista, aunque pueda parecer. Por el contrario, quiero que l@s que militamos por la igualdad (entiéndase de una vez, IGUALDAD, no feminismo) sepamos con claridad con qué bueyes aramos.
Debemos manejar bien este concepto. Fundamentalmente, las jóvenes mujeres y varones que continuarán con lo que nosotros, a nuestra vez, hemos continuado de otros. Ell@s podrán más, como más hemos podido, respecto de nuestros antecesor@s.
 El secreto está, me parece, en la cantidad de convencid@s. Si somos más los persuadidos, más serán las posibilidades de que un@ de nosotros ocupe un sitio de poder desde donde seguir esclareciendo y, entonces sí, aplicar lo sostenido en cientos de tribunas.
Es preciso multiplicar la militancia. Deben caer las “caretas”, tan amplias de criterio en los discursos y tan obtusas a la hora de actuar.
 El 8 de marzo  es un Día Internacional en conmemoración de una tragedia, en recuerdo del sufrimiento, con todo el simbolismo que esto tiene y proyecta.
 Lleva un siglo esta lucha. Debe continuar.
 Las próximas generaciones, pujantes y con lo ya hecho como sustento, deberán ejercer más fuertemente la presión. Los “cambios culturales” tardan, se sabe (y se especula con esto). Pero “cuánto tiempo más llevará”? Mucho, si se espera que las transformaciones vayan produciéndose sólo por evolución natural. Menos, si se impone una presencia persistente.
 No enumero, esta vez, las conquistas alcanzadas.
Tampoco menciono a las mujeres símbolo. Mi reconocimiento es obvio y permanente.
 Sí digo, que nos damos cuenta de todo. De las falsedades, mezquindades, de las piedras puestas en el camino.
Sí aseguro que vamos a seguir. Con más fuerza, con más sabiduría, con más argumentos y con más organización.
 Abrazo fraternal a todas las mujeres en este día.
Marcela Pastore -marzo de 2015